Los astrónomos que obtuvieron la primera imagen de un agujero negro lograron captar la luz de sus campos magnéticos, un paso importante para comprender mejor la dinámica de estos fenómenos cósmicos, indica un estudio publicado el miércoles.
El 10 de abril de 2019, la imagen daba la vuelta al mundo: se trataba de un círculo oscuro en medio de un disco resplandeciente, correspondiente a un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia Messier 87 (M87), situada a 55 millones de años luz de la Tierra.
Obtenida gracias a la iniciativa internacional Event Horizon Telescope (EHT) que reunió un total de ocho telescopios en el mundo, la imagen era la prueba más directa de la existencia de estos fenómenos tan masivos y compactos que lo absorben todo, incluido la luz.